• Un innovador trasplante de células madre ha permitido a una paciente con diabetes tipo 1 dejar de depender de la insulina, un hito que podría revolucionar el tratamiento de esta enfermedad

Una mujer de 25 años con diabetes tipo 1 se ha convertido en la primera persona en el mundo en recuperar la producción de insulina tras recibir un trasplante de islotes pancreáticos derivados de sus propias células madre. Este avance revolucionario, llevado a cabo en China, podría cambiar el futuro del tratamiento de la diabetes, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.

La diabetes tipo 1 es una condición crónica en la que el sistema inmunológico ataca y destruye las células beta del páncreas encargadas de producir insulina, una hormona esencial para el control de los niveles de glucosa en sangre.

Hasta ahora, las opciones de tratamiento para estos pacientes se limitaban a la administración diaria de insulina, con todos los desafíos que ello conlleva, incluyendo el riesgo de hipoglucemias y complicaciones a largo plazo.

Una nueva esperanza con células madre reprogramadas

El innovador tratamiento, que se ha dado a conocer hace apenas unos días en la revista Cell, desarrollado por un equipo de investigadores liderado por el Dr. Deng Hongkui de la Universidad de Pekín, utiliza células madre pluripotentes inducidas químicamente (CiPSC, por sus siglas en inglés) para generar islotes pancreáticos funcionales. Estas células madre se obtienen a partir de las células somáticas del propio paciente, eliminando el riesgo de rechazo inmunológico y la necesidad de utilizar medicamentos inmunosupresores, que suelen tener efectos secundarios significativos.

Este tipo de células madre se reprograman utilizando pequeñas moléculas químicas, a diferencia de los métodos tradicionales que emplean factores de transcripción genéticos. Este enfoque proporciona un mayor control sobre el proceso y evita modificaciones genéticas, lo que representa un avance clave en la medicina regenerativa.

En este caso, las células fueron obtenidas del tejido adiposo de la paciente, reprogramadas y diferenciadas en islotes pancreáticos capaces de producir insulina. Después, los islotes fueron trasplantados bajo la vaina del músculo recto abdominal, una ubicación novedosa que permitió un seguimiento continuo mediante imágenes de resonancia magnética y ofreció la posibilidad de retirar las células en caso de complicaciones.

Resultados sorprendentes: la independencia de la insulina

Tan solo dos meses y medio después del trasplante, la paciente empezó a producir insulina por sí misma, lo que le permitió dejar de depender completamente de las inyecciones de insulina exógena. Al cabo de un año, su producción de insulina se había estabilizado, manteniendo sus niveles de glucosa en el rango objetivo durante más del 98% del tiempo, lo que representa un logro asombroso. Además, sus niveles de hemoglobina glicosilada, un indicador del control a largo plazo de la glucosa, se mantuvieron en valores normales.

Tan solo dos meses y medio después del trasplante, la paciente empezó a producir insulina por sí misma

La paciente, que anteriormente luchaba por mantener un control adecuado de su diabetes a pesar de seguir un régimen estricto de insulina, describió el cambio como transformador. “Ahora puedo comer azúcar”, comentó en una llamada con la prestigiosa revista Nature. A la que también señaló que “disfruto comiendo de todo, especialmente estofado”.

Este éxito no solo marca un avance notable para esta paciente en particular, sino que también abre la puerta a nuevos tratamientos potenciales para millones de personas con diabetes tipo 1 en todo el mundo. Según el Dr. James Shapiro, un experto en trasplantes de islotes y diabetes en la Universidad de Alberta, «los resultados son impresionantes. Han revertido completamente la diabetes en esta paciente, que antes necesitaba grandes cantidades de insulina».