Excelente jueves queridos lectores, los preparativos para celebrar a la Virgen de la Candelaria nos inyectan de ánimo y algarabía a todos los tlacotalpeños, caminando por las calles de nuestro Patrimonio Cultural de la Humanidad podemos observar que todos los paisanos embellecen sus casas y sus jardines, preparándose para recibir a miles de visitantes que con los brazos abiertos los recibiremos en próximas fechas para celebrar la fiesta patronal más importante del estado de Veracruz.
De acuerdo a lo que nos comparte el Capitán Raúl Márquez Martínez en su libro “Tlacotalpan en la historia 1200 – 1912” los devotos manifestantes rancheros se reunían en la ribera de Santa Rita para saltar, a eso del medio día, rumbo a la playa de carena, frente a Tlacotalpan, y cruzar con los mejores ejemplares de su ganado, como un simbolismo primitivo de mostrar los beneficios recibidos y agradecidos esos favores a nuestra Virgen de la Candelaria.
Talvez alguna influencia peninsular, el “embalse” -también igual que hoy y solo por unas horas-, se mostraba extremadamente animado y bullicioso y después de pasear los toros por diferentes rumbos de la isleta se les hacían tomar un descanso en la cercanía de la plaza principal, momentos que los concurrentes, empleaban para observar la calidad de los animales que habían cruzado por el río.
Confirma Don José María Malpica Luchichí en sus memorias (1842 1915), que el sitio donde hoy se encuentra la plaza Zaragoza era utilizado para hacer el corral y los toriles en la fiesta de febrero.
Hoy a 246 años de esta tradicional celebración, los Tlacotalpeños y quienes nos visitan, vivimos esta gran fiesta. Ya pasando la parte protocolaria de la apertura de las fiestas en honor a nuestra santísima Virgen, como lo es la tradicional cabalgata, todos los participantes envueltos en esa vorágine de la fiesta y con escaso 2 o 3 horas de sueño, nos levantamos con la adrenalina a todo lo que da para participar en la fiesta que aglutina a miles de participantes “EL DÍA DEL TORO” se escuchan ya en la ribera de nuestro majestuoso río Papaloapan las notas musicales de la banda de música que al son del paso doble y otras piezas de antaño llaman al pueblo a congregarse en la ribera para participar donde se puede apreciar una gran marea roja desde muy temprana hora para disfrutar a las 11:00 hrs. de las tradicionales “REGATAS” donde participaran aguerridos bogadores agrupados en tallas de 6 participantes y 1 gobernador en cada piragua demostrando a propios y extraños su gran habilidad y destreza.
Refrescantes bebidas, toros de cacahuate, música y algarabía se vislumbra por doquier, son las 11:45 hrs. y la adrenalina sube al 100%, estamos a escasos minutos para que el comité organizador de la orden de pasar al primero de los 6 bravos toros que se soltaran para la diversión de todos los presentes, todos buscamos el mejor ángulo para disfrutas de este espectáculo, las azoteas de los edificios circunvecinos llenas a reventar, la “raza” en el corral ya expectante de que haga su arribo el primer astado, hasta los arboles que adornan la ribera del rio llenos de gente “trepadora” tratando de “salvar el pellejo”.
La gente no deja de reír, tomar y bailar al compás de la música, es alegría pura y total de quienes participan en esta gran fiesta, todos pendientes del reloj, son las 12:00 hrs. en punto y salta a tierra firme el PRIMER TORO ¡¡sálvese quien pueda!! Al grito de ¡AHÍ VIENE EL TORO! Todo mundo corre despavorido buscando un lugar donde resguardarse, los más valientes enfrentan al astado emulando a los toreros de las grandes carpas, se quitan las playeras, consiguen un trozo de tela roja, el caso es torear al animal. El toro muchas veces frente a ellos los observa y mueve su cabeza y al momento corre y enviste a la muchedumbre que está frente a él, se genera una gran confusión, la gente.. rueda por el suelo, ¿el saldo? Unos golpeados por el toro, otros raspados y con algunas contusiones por que los arrolló la misma gente o algún jinete a caballo de los muchos que también participan en esta gran fiesta y quienes son designados por las autoridades para resguardar la integridad del animal. Total, con muchas cervezas ya tomadas y algunos vasos de toro de cacahuate encima estos golpes no se sienten por el momento, que siga el “cotorreo”, sigamos tomando, sigamos bailando, total estamos en la FIESTA DEL TORO”
Si hace frio, calor o llueve, no importa, por eso esperamos 365 días para vivir con toda intensidad y alegría este día, así se vive las fiestas del toro en Tlacotalpan.
De acuerdo a comentarios de antaño los toros de principios del siglo XX eran donados por la ganadería de la hacienda del zapotal cuyos propietarios era la familia Cházaro, y se caracterizaban por ser astados con una bravura fuera de serie, de allí la famosa frase “SI ES DEL ZAPOTAL, QUE ME LO FAJEN” decían los intrépidos montadores de la época.
Esta es nuestra fiesta, vamos a vivirla con alegría y regocijo, pero también con una gran responsabilidad y amor por nuestros animales que participan en ella, por tal motivo te exhortamos a cuidar del toro, no lo maltrates, recordemos que son seres vivos, juguemos con ellos solo unos momentos para que posteriormente la comisión encargada los recoja y se los lleve a descansar, para ser revisados por las autoridades competentes y exista constancia que en Tlacotalpan decimos NO AL MATRATO Y SI A LA TRADICIÓN.