Alberto Calderón P.
Se acercan las olimpiadas, los atletas de alto rendimiento se encuentran a punto de partir hacia el oriente, prestos a una confrontación deportiva en diversas disciplinas que emocionarán a quienes nos gusta ver el esfuerzo, competición y triunfo, ellos aspiran a ganar las preseas para orgullo de sus respectivos países, son aspiracionistas.
Pero para adentrarnos no solo en los diferentes deportes que brillarán en Japón, hoy les platico de una de las disciplinas que no competirá en las olimpiadas, pero sí compite para que nuestra salud sea más longeva, con una serie de experiencias han hecho a este país místico de cultura ancestral y principios humanos, comportamientos diferentes a muchas de nuestras sociedades, uno de ellos es el Meraki “es hacer algo con alma, creatividad o amor; cuando dejas una parte de ti en tu trabajo”.
Diseñado para el crecimiento personal, nos ofrece las herramientas para mantenernos en constante evolución, ayudando a concentrarnos en lo fundamental, es el pilar de la paz interior, conecta a nuestro ser con la naturaleza y nuestros orígenes, es sin duda el pilar de la buena salud, para convertirnos en gentes empáticas, para tener lazos más estrechos con nuestras familias, amistades y comunidad, sirve para dar sentido a nuestra existencia y nos permite buscar y lograr nuestros sueños. Ustedes se preguntarán ¿Cómo hacerlo?, tratando de encontrar una mejora continua en lo que hacemos, conocido por los japoneses como un cambio bueno o Kaizen, estas mejoras en nuestra actitud, comportamiento, trabajo, en todos nuestros actos nos llevarán paulatinamente a una mejora continua, así lo bueno se perpetúa por mucho tiempo. Su práctica es más conocida en el mundo empresarial pero su aplicación es fundamental para la evolución de nuestras vidas. Un ejemplo del perfeccionamiento continuo de la genética humana es el ojo, todas las posibilidades que tiene el ver, mirar, interpretar, admirar, conocer nuestro entorno, la belleza de la vida, ahí percibimos esta obra maestra de la ingeniería y el proceso que nos ha brindado la evolución, que continúa mejorando, en cada uno de los aspectos orgánicos, en cada una de las generaciones es una constante evolución.
Se que explicar la vida en unas cuantas líneas es una tarea imposible, pero tocar los puntos que nos pueden ayudar, sirve para, tener una idea y mejorar nuestra existencia. Aprender de tus errores, el tropezar con una piedra, aprender de la experiencia es tan valioso si se aplica el porqué sucedió, así la reflexión sobre el hecho nos hará calibrar la falla, ajustar para no volver ha tropezar, una cuerda desafinada se nota en el conjunto armónico, calibrar el tono es hacer armonía. Un error no es un fracaso es un aprendizaje, es una valiosa lección.
Actualmente muchas de las actitudes de nuestra personalidad las atribuimos al ego, pero son distintas las variantes de nuestro carácter, por factores genéticos, culturales, educativos, o los problemas de nuestra niñez, reflejados en actos que denotan algunas de nuestras carencias, debemos de trabajar sobre ellas, suavizarlas, por ejemplo: cuales son los rasgos que menos me gustan de mi personalidad, ¿porqué tengo fricciones con otras personas? Como mi personalidad impide logre mis metas. Pero también potenciar mis fortalezas, eso que realizo bien impulsarlo. Adquirir nuevas habilidades, pero sobre todo perseguir el conocimiento, que la curiosidad siga corriendo por nuestras venas, siempre hemos sabido que es el alimento de nuestra mente, si dejamos de comer morimos, algunos de los nutrientes del cerebro son etéreos, se nutre de conocimiento.
Esto es apenas la punta del iceberg, quedan muchas cosas por decir, hagamos un ejercicio de conocimiento buscando la filosofía de la cultura japonesa. Kaiko, hasta la próxima.
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