Edgar Antemate Caixba
¿Quién dijo que la vida política era aburrida? Tras las elecciones del 2018, parecía que nos acercábamos a una etapa de reacondicionamiento de todo el ecosistema político. Pensábamos que no tendríamos tantas dificultades durante los procesos electorales por venir, empezábamos a ver el final del túnel que ha significado la pandemia, a la vez que divisábamos la ilusión de una salida de la crisis social y económica que tanto nos ha castigado.
Pero, de repente, el volcán dormido ha vuelto a entrar en erupción. Tras la anunciada encuesta interna de MORENA para seleccionar a candidatos y candidatas para la elección del 6 de junio, nos esperan semanas de gran agitación, pero no somos los únicos.
En los últimos días, los cuarteles generales de todos los partidos han permanecido reunidos intentando entender qué es realmente lo que ha pasado y cuál debe ser la estrategia a seguir, sin duda alguna esta campaña será diferente, no habrá masivos donde los suspirantes demuestren el musculo político a la vieja usanza; será una campaña de conciencia social, de recoger los frutos sembrados, ya sean frescos o podridos.
Esta particular batalla en Veracruz puede ser determinante para el futuro de la política de los próximos años, me quedó claro hoy despues de recorrer comunidades de en Los Tuxtlas entregando el “Regeneración”.
No hay un solo partido, de los tradicionales y los nuevos, que no se enfrente en estas elecciones a un reto decisivo. Posiblemente, nos encontramos ante las elecciones más importantes de la historia democrática despues del éxito rotundo de Andrés Manuel López obrador, pues ahora recibiremos de un portazo la realidad, darnos cuenta en los resultados si como gobierno y partido lo hemos hecho bien. Ya bastante nos costó en su tiempo la indiferencia y la arrogancia de los otros.
Salvo sorpresas inesperadas, nos introduciremos en un combate cruento mezclado con la pandemia, las vacunas, las peleas internas y… la Semana Santa.
Nuestro reto es garantizar que somos la opción, que no hay otra alternativa con mayor capacidad para hacer que miles de ciudadanos que no habían ido a las urnas en las últimas convocatorias electorales se movilicen. Debemos fortalecer un liderazgo que despierte una potente fuerza emocional y que nos siga posicionando como la esperanza que fuimos, que somos y que debemos seguir siendo para el pueblo.
Edgar Antemate Caixba
Morenista a ras de suelo.