- La polémica entre el INE y el Presidente de la República
- Lo que dice la Constitución sobre tiempos electorales
- ¿Cuánto cuesta transmitir las conferencias de 3 horas?
Miguel Angel Cristiani Gonzalez
La polémica que se ha armado entre el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y el Instituto Nacional Electoral INE, a través de su presidente Lorenzo Córdoba sobre si es una violación a la Constitución, la transmisión de las benditas conferencias mañaneras durante el período de elecciones, ha motivado también otros cuestionamientos sobre ¿Cuánto cuesta la transmisión de tres horas diarias en el horario matutino? ¿el hecho de que se prohíba al mismísimo primer mandatario, seguir lanzando sus mensajes a nivel nacional, es una forma de censura?
La confrontación se intensificó esta semana, cuando el Instituto Nacional Electoral (INE), a través de su titular Lorenzo Córdova, informó que a partir de abril, con el arranque de las campañas electorales, ya no podrán realizarse las conferencias matutinas de prensa de Andrés Manuel López Obrador, como se han hecho por más de dos años, a lo que el presidente respondió, que si se concreta la orden ésta iría en contra de la Constitución, lo que es engañoso.
“En el caso de que haya una prohibición, porque sería un acto de censura, sería un agravio, un atentado a la libertad. Eso no puede prosperar desde el punto de vista constitucional, desde el punto de vista legal”, dijo el mandatario federal en su “mañanera” de este 12 de enero.
Si la instrucción es que la conferencia matutina de prensa se elimine por completo, así como que deje de trasmitirse a partir del 4 de abril en el territorio nacional, la determinación sí iría en contra de la Carta Magna, sin embargo, este mismo marco jurídico establece algunas restricciones de lo que los gobernantes pueden comunicar durante campañas electorales, por lo que aplicarlas es legal.
Hay que apuntar que el artículo 41 de la Constitución Mexicana, en su apartado C, decreta: “durante el tiempo que comprendan las campañas electorales federales y locales y hasta la conclusión de la respectiva jornada comicial, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación social de toda propaganda gubernamental, tanto de los poderes federales, como de las entidades federativas, así como de los Municipios, de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México y cualquier otro ente público. Las únicas excepciones a lo anterior serán las campañas de información de las autoridades electorales, las relativas a servicios educativos y de salud, o las necesarias para la protección civil en casos de emergencia”.
Habrá que estar pendientes de desarrollo de este enfrentamiento, para ver como concluye, porque se ve difícil que el presidente vaya a suspender sus conferencias mañaneras, porque el mismo ha reconocido que es el mejor medio de publicidad de su gobierno y obviamente de mandar línea de sus opiniones muy particulares sobre la realidad nacional y política.
El otro aspecto interesante en la polémica, es ¿Cuál es el costo de las denominadas conferencias mañaneras, que se transmiten a nivel nacional por la televisión oficial?
Un amable lector de esta columna Bitácora Política nos proporcionó algunos datos que aunque no se sabe a ciencia cierta cuales son los precios de las transmisiones de televisión privada, nos dice que:
“Ayer la mañanera de más de 3 horas, nos costó a los mexicanos más de $140 millones de pesos.
El costo por segundo televisado en el horario de la mañanera, en promedio es de 13,000 pesos.
En promedio cada mañanera nos cuesta 130 millones al día.
¿Crees justo, que mientras hay crisis, los impuestos suben, la vida se encarece para el mexicano promedio, el presidente gaste en su imagen esas cantidades al día?
No hay medicinas, no hay empleo, no hay crecimiento, hay más inseguridad, menor presupuesto a los estados, etc.; pero lo que sí hay, es presupuesto para obras faraónicas, regalar dinero a Centroamérica y publicidad a “periodistas fantasmas” de un presidente que es tan chiquito, que necesita echar culpas, tres horas al día con costo al erario para tapar su ineptitud.”
¿Será que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, necio como es, aceptará cumplir y hacer cumplir -como lo juró- con los mandatos de la Constitución, de que en tiempos de elecciones, todos los funcionarios públicos, no pueden transmitir mensajes con contenido político?
¿Podrá hablar únicamente a los servicios de salud, educación o protección civil, o como ya es su costumbre, afirmar que “él tiene otros datos”.