Alberto Calderón P.

Todos los días los seres vivos con los que convivimos en este planeta nos sorprenden, es una maravilla conocer las virtudes de la naturaleza al dotarnos a cada uno de nosotros de valiosas particularidades, pero merece un caso especial el llamado “oso de agua”.

Iniciemos con su longevidad, en la tierra tiene aproximadamente 500 millones de años, podemos decir sin temor a equivocarnos que es el animal más resistente del orbe, con una gran capacidad de adaptación, muestra de ello es el haber sobrevivido a cinco extinciones masivas.

Ingresó con muy buenas cartas credenciales al zoológico animal una vez descubierto en 1773 por el investigador de origen alemán Johann August Ephraim Goese, bautizado como Tardígrado, es muy pequeño su cuerpo apenas alcanza una longitud de entre los .05 y 1.2 milímetros, parecido al del poderoso habitante de los bosques, pero este pequeño tiene una forma muy peculiar de andar lentamente, de ahí deriva su nombre científico basado en esa manera de desplazamiento, pero eso no impide tener una resistencia jamás vista y reconocida por algún otro animal, de ellos se conocen hasta el momento unas 1300 variedades, su lugar predilecto para vivir son los lugares húmedos terrestres entre los helechos, el musgo, y en cualquier zona de líquenes, pero en realidad puede encontrarse en muchos lugares, no existe algún rinconcito en el mundo donde no habiten, lo pueden hacer en la superficie del agua, ya sea dulce o salada, pero también en las cimas de las montañas nevadas o incluso en los climas extremos de los desiertos.

Cuando hablamos de lugares áridos carentes del vital líquido tan indispensable para la vida, a estos diminutos cuando carecen de ella, se enrollan para poner en funcionamiento otra de sus características especiales llamada criptobiosis que consiste en suspender sus procesos metabólicos para vivir de forma indefinida, hasta que las condiciones de ambiente sean aptas para vivir. La luz ultravioleta que mata a los más renuentes virus y bacterias, con una variedad de “osos de agua” no es así ya que tiene unos pigmentos fluorescentes debajo de la piel que transforman la luz ultravioleta en una inofensiva luz azul.

El 2007 la NASA mandó su transbordador Endeavour, entre los pasajeros se encontraban los Tadígrados para conocer su comportamiento en el espacio, estos invertebrados hicieron la hazaña cuando sobrevivieron a temperaturas bajo cero, los vientos solares y al vacío espacial sin oxígeno, los resultados sirven para el desarrollo de la investigación en campos de la medicina, principalmente en el tratamiento del cáncer y otros problemas a nivel molecular.

Estos curiosos animales suspenden su vida para soportar la congelación y la desecación, pero al tener por lo menos u poco de humedad vuelven a la vida. El departamento de física de la Universidad de Oxford menciona que estos animales soportan temperaturas superiores a los 150 grados centígrados, estos niveles de radiación matarían a la mayoría de las especies de la tierra incluido el hombre, pero no el “oso de agua”, el la resistiría, también podría vivir durante 30 años sin comida ni agua. La afamada revista Scientific Reports indica que esta especie será la última sobreviviente en la tierra, no importando cualquier cataclismo, solo desaparecerá cuando el sol lo haga dentro de 10 000 millones de años. Ya no estaremos para comprobar las proyecciones.

Xalapa2000@hotmail.com
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).