Cerebro y redes sociales

Alberto Calderón P.

Cuando realizamos una llamada telefónica con un teléfono celular, lo único que tenemos que hacer es ver con que nombre guardamos el contacto, lo buscamos y listo, con sólo apretar un botón establecemos la comunicación.

Las conexiones del cerebro encargadas de memorizar esa información y procesarla se ha perdido, ahora ya nadie recuerda el número telefónico de sus familiares cercanos o de sus amigos. Pero por otro lado otros procesos han acercado a mucha gente para tener “más a la mano” información, ponemos el caso de una investigación sobre cualquier tema, anteriormente se tenía que ir a una biblioteca a buscar los libros relacionados con dicha información, abrirlos y tener un mosaico donde buscar en cada uno de ellos para integrarlo a nuestro interés, codificarlo y estructurarlo. Ahora podemos tener en una computadora abiertos veinte libros y otros tantos artículos especializados en el tema y conseguir lo que buscamos en un menor tiempo. Con esto podemos incorporar a nuestro cerebro muchos datos diferentes fortaleciendo nuestras conexiones neurológicas.

La Universidad de Zurich realizó recientemente una investigación en la que participaron 37 voluntarios, 26 de ellos contaban con celulares inteligentes de más reciente generación y los demás les dieron teléfonos celulares tradicionales, el estudio consistió en ver la respuesta del cerebro mediante el uso de electroencefalogramas, los resultados se presentaron antes de la pandemia. La prueba arrojó cosas interesantes como la función de los dedos pulgares que se comunican entre sí con el cerebro, esto modifica nuestra evolución por el uso excesivo, ya que estimula la segregación de dopamina, así lo menciona Triora Alicante coordinadora terapéutica, esto genera cambios en nuestro cerebro al buscar placer de forma constante, si no lo tenemos nos provoca malestar, el cambio de nuestros intereses prioritarios como la salud, la vida familiar, incluso afecta nuestro trabajo y a nuestra propia vida como individuos. Otro de los aspectos que alteran nuestra conducta por el uso excesivo del celular es la sensación de ansiedad como producto de la excitación.

En este nuevo siglo se ha disparado la estimulación en los niños y jóvenes debido a las nuevas tecnologías, vivimos en un constante bombardeo de información, nos encontramos indefensos ante la gran cantidad de datos que recibimos, muchos de ellos de forma visual provocando con esto una merma constante en su capacidad de asombro, su curiosidad y poco a poco el reusarse para aprender algo que no sea de un ambiente digital. Las multitareas que hoy en día este grupo de edad realizan como estar frente a una computadora o celular y tener abierto YouTube, el correo, Instagram, Tik Tok, contestando Whatsapp y aparte haciendo una tarea no los hace más inteligentes, en la neurociencia esto se llama “alternancia continua de atención”, el cerebro no puede realizar dos tareas simultaneas en la misma área cerebral al 100%, un ejemplo de ello es leer y escuchar música. Por esta razón la atención y la multitarea no pueden caminar juntas, si lo hacemos, acabaremos viviendo en un mundo que conoceremos superficialmente y careceremos de una formación integral, como dice el dicho “el que mucho abarca poco aprieta”, en otras palabras y de forma mucho más profunda lo mencionan los investigadores de la Universidad de Saarland en Alemania B Eppinguer y J. Kray y otros.

El reto es lograr que en cualquier actividad y sobre todo en la educación los niños aprendan a fijar la atención, ser capaces de fijar la mente y concentrarse en un asunto concreto.

Xalapa2000@hotmail.com
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).