Alberto Calderón P.

El giro está hecho y los muebles no son la excepción, el ahora “viejo concepto” de los muebles ostentosos, los acabados en madera laqueados, las vitrinas en donde se exhibe la cristalería, sin función práctica o con una utilidad mínima, son en realidad adornos complementarios en los amplios espacios diseñados para tal fin, los amplios comedores con sillas acojinadas de telas finas, las grandes bufeteras ahí el espacio que ocupan es más grande que el dispuesto para guardar utensilios. Las salas de tres piezas con sillones para una, dos y tres personas están cambiando, de igual forma las recámaras.

Ahora los muebles minimalistas empiezan a ganar terreno, además de ser una gran oportunidad para la innovadora arquitectura de estos objetos indispensables para la vida diaria. Con espacios para los hogares más reducidos, esta alternativa de muebles de variedades que van de colores pálidos pastel hasta los intensos, estos empiezan a cubrir los espacios de los hogares. Un concepto más económico que cumplen bastante bien, haciendo de las viviendas sitios prácticos, satisfacen las necesidades de las familias en descanso, recreación y alimentación. Es una propuesta que se vuelve atractiva para una vida que no tiene que ser ostentosa, va más con un estilo minimalista, sencillo, moderno y elegante.

Esto tiene un plus que va en beneficio de los fabricantes y la satisfacción de los compradores, estos últimos ven que sus muebles no llegan en pesadas unidades, ya armados con el problema de ingresarlos a los domicilios, maltratando paredes, y hasta los propios muebles, haciendo maniobras extraordinarias para dejarlos en su lugar definitivo. Ahora llegan en pequeñas cajas como un rompecabezas, se arman en casa así quien los compra queda satisfecho al finalizar el ensamble, verlos terminados iguales a los del en donde los compró.

Con sencillas instrucciones, la tornillería y las piezas que se acomodan a la perfección, el usuario se siente satisfecho y hasta alegre, del auto – ensamblaje. Con la primera experiencia las siguientes se vuelven una emoción, cómo van adquiriendo su forma definitiva, hasta tener un nuevo logro.

Los fabricantes de estos muebles dejan de ser en la mayoría de los casos nacionales, son productos globalizados viniendo de los más diversos rincones de Asia principalmente. Con esta nueva forma de equipamiento para el hogar, desplaza a los trabajadores nacionales que deberían apostar por esas formas de producción, así satisfacer el mercado nacional, se están perdiendo empleos en la cadena de producción desde las madereras, carpinteros, ebanistas, las ferreterías, sitios de almacenamiento como las bodegas, el transporte de los mismos, incluso los sitios de venta final, ya no tienen que ser grandes espacios, ahora un modelo y el espacio mínimo, el fabricante como el comerciante ahorran, desplazando mano de obra.
Lo que empezó como una propuesta sueca de alta calidad, fue una oportunidad que la industria china consolidó y hoy en día lo que nos llega al país de muebles para ensamblar provienen en su mayoría de ese país con una calidad que no cumple con los requerimientos de uso diario para un periodo de más de 10 a 15 años, los acabados de apariencia en madera en realidad son una película previamente diseñada que se adhiere a un aglomerado de madera o cartón rígido, esa y muchas mas irregularidades presentan los muebles de estas características, así que se debe tener cuidado si los va a comprar, certificar la calidad del producto por el vendedor final.

Por lo pronto lo invito a ser feliz.
Xalapa2000@hotmail.com
Membro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO)