María del Carmen Delgado Delfin
Segunda parte
Como ya lo mencionamos en la primera parte de este tema, ahora conozcamos como ayudan estos alimentos “quemagrasa”.
Frutas. Deben incluirse siempre pues proporcionan fibra, vitaminas y ayudan a la buena digestión, principalmente las que contengan vitamina C: fresas, naranjas, manzanas, limones, duraznos, kiwi, etcétera.
Vegetales verdes. Excelente fuente hierro y antioxidantes, con alto efecto térmico, sus nutrientes ayudan a que el intestino absorba menos grasa: brócoli, col, lechuga, acelga, espinaca, espárragos.
Productos lácteos descremados o bajos en grasa. Por su alto contenido de calcio que ayuda a romper las células grasas: yogurt, leche, quesos.
Frutas con alto contenido de potasio. Regulan los niveles de sodio evitando problemas de inflamación ocasionado por la retención de líquidos y así se eliminará el agua sobrante junto con la grasa y las toxinas: melón, plátano.
Nueces y almendras. Debido a su alto contenido de omega 3 ayudan a reducir los niveles de cortisol que se genera con el estrés, por su índice glicémico permiten controlar la cantidad de azúcar en la sangre, favorecen el metabolismo, son ricas en proteína, calcio y fibra.
Arándanos, moras, frambuesas y frutillas. Con alta cantidad de agua y fibra y pocas calorías, contiene flavonoides que ayudan a regular los niveles de sodio, y antocianinas que inhiben la asimilación de grasa y azúcar.
Avena. Aporta fibra y nutrientes, mantiene activo el metabolismo haciendo que la grasa se desprenda, activando mecanismos destructores de lípidos.
Salmón. Alto aportador de omega 3, con proteínas formadoras de colesterol bueno (HDL), activando el metabolismo que favorece la quema de grasa abdominal; sus ácidos grasos detienen la formación de más grasa en el organismo.
Aceite de oliva. Rico en grasas no saturadas, favorece la absorción de nutrientes, disminuye los niveles de colesterol; es importante consumirlo crudo para que no pierda sus propiedades.
Té verde. Estimula el metabolismo, regula los niveles de glucosa, reduce la presión arterial, con polifenoles responsables de controlar las hormonas que causan el estrés, inhibe la conversión de grasas a azúcares, estimula el intestino facilitando la absorción de los nutrientes.
Todos estos alimentos darán el resultado esperado sólo si se incluyen en un plan de alimentación balanceada completado con ejercicio físico, y una visita al médico para que mediante un chequeo diseñe uno adecuado a las condiciones de cada organismo.
Existen rutinas específicas para ayudar a reducir la grasa en el abdomen, que además ayudan a deshacerse de los molestos “rollitos” que se forman en la espalda y en los costados. Enlistamos sólo cuatro pero efectivos ejercicios para lograrlo:
- Sentadillas: son los más efectivos, haciéndolos con peso o sin él son ideales para quemar velozmente la grasa al moverse gran parte de los músculos simultáneamente.
- Flexiones espartanas: conocidas como “lagartijas”, aquí se trabajan los pectorales y principalmente la zona abdominal.
- Jumping jacks: (saltos de tijera) es una rutina de entrenamiento cardiovascular para trabajar a la vez una gran cantidad de músculos, es utilizada en sesiones de aerobics y zumba. Es importante hacer estiramientos antes de empezar para evitar lesiones.
- Burpee: son rutinas pesadas pero efectivas donde se combinan, flexiones, sentadillas y saltos en una secuencia rápida, aquì se usan prácticamente todos los músculos del cuerpo, estos ejercicios son un gran quemador de calorías.
Ahora ya tenemos toda la información necesaria para vernos bien y sentirnos mejor.