Alberto Calderón P.
Terminaron los brindis, las cenas, los “recalentados”, ahora vienen los buenos propósitos para conmemorar la llegada del año que estamos estrenando, se conmemoró un ciclo más en el movimiento de translación elíptica alrededor de nuestra estrella.
Nos remontamos a los calendarios registrados que se dieron a partir de la observación del cielo y así el inicio del conteo del tiempo, con la observación de la posición y movimiento de los cuerpos luminosos, planetas y las faces de la luna, se dieron las primeras referencias para la medición del tiempo, que a pesar de no ser exactas daban un importante punto de referencia.
El registro más antiguo lo tienen los escoceses quienes en un monolito de por lo menos 8000 a de C., marca la posición de la luna a lo largo de un año, posteriormente los babilonios y los sumerios retomaron para la cronología del tiempo los calendarios lunisolares. Los sumerios dividieron el año en 12 ciclos solares, posteriormente los babilonios fraccionaron el día en 24 horas y la hora en 60 minutos, ellos inspiraron los calendarios de los griegos y los egipcios, fueron estos últimos quienes basados en la observación de sus astrónomos, dividieron el año en 365 días, fraccionados en 12 meses de 30 días cada uno, las horas que les sobraron se acumularon en días, estos fueron cinco que tomaron como días festivos, esto hace 2780 a de C. Posteriormente en Roma impulsado por el emperador Julio César se dio el calendario Juliano, y posteriormente el que nos rige en la actualidad, con la reforma en 1582 que el papa Gregorio XIII quien ordenó una profunda revisión que culminó con lo que tenemos a la fecha.
El 2020 siguió su curso pero nuestras actividades en la tierra se desaceleraron, causando un efecto complicado, extrañamos y valoramos comer con un amigo, ir a la librería o de compras, tomar el sol en una playa llena de bañistas, caminar libremente por el centro de cualquier ciudad, ir al cine, abrazar, convivir, cuando todo vuelva a la normalidad, muchas cosas tendrán un mayor y profundo sentido.
Esto aun no termina pero la vida para nosotros puede ir cambiando paulatinamente y darnos el ánimo para cumplir los propósitos que nos hemos propuesto. Para empezar, después del recalentado, es el momento de poner en marcha los propósitos para este año, del que todos esperamos sea mejor que el anterior. Les menciono que solo el 8% de los que nos trazamos un objetivo lo logramos y eso se debe principalmente a que las metas son muy altas y queremos cumplirlas lo más pronto posible y ese es el primer error que cometemos, debemos hacerlo paso a paso, ir viendo los logros cortos motiva a seguir adelante, no se puede cambiar de la noche a la mañana. Avanzar en nuestras metas por semana, por mes y que estas no sean demasiado exigentes porque nos hará desistir. Un segundo punto a considerar es ver los detalles de como planificar tus deseos del año, estos no deben ser tan rígidos, ya que esto también desmotiva si empiezas a fallar en los días y horarios, debemos ser más flexibles eso ayudará a no desistir y finalmente el apoyo, muchas veces los propósitos los hacemos de forma individual cuando es algo que también pudo ser la meta de otro familiar o amigo, si compartimos nuestros propósitos y tienen afinidad, se pueden realizar juntos, unidos, esto ayudará a seguir y conseguir nuestros propósitos.
Xalapa2000@hotmail.com
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).
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