Alberto Calderón P. | Foto: Colegio de Enfermería de Cantabria
El impacto demográfico en nuestro país se verá alterado por las estadísticas que sigue arrojando el cuantioso número de enfermos debido al contagio, y su secuela de muerte que de alguna forma alterará las estadísticas, los efectos de la violencia que no cesan y que también entintan de carmesí las ciudades de nuestro país, aunado a ello son los alarmantes datos ofrecidos por la Secretaria General del Consejo Nacional de Población (CONAPO), Gabriela Rodríguez quien dio a conocer que como efecto colateral del confinamiento provocado por el Covit-19, en nuestro país podrían registrarse hasta 122 mil embarazos no deseados, esto motivado por que las mujeres en edad reproductiva han dejado de acudir a los servicios de salud sexual y reproductiva por temor a contraer el virus.
Un ejemplo claro de este problema, no solo afecta a nuestro país, lo hace en América Latina pero principalmente en la franja centroamericana; un 15% de los embarazos se da en menores de edad con 14 años o menos: principalmente en Guatemala, Nicaragua, Panamá y la República dominicana, esto lo revela la Organización Panamericana de Salud, el embarazo precoz en cifras a nivel mundial es de 46 nacimientos por cada mil niñas mientras que en esta región sube al 66.5%, muchos de esos embarazos son resultado de la violencia hacia las menores por parte de abuso derivado de violaciones, aunado a que esta subiendo la taza de embarazos consentidos entre las niñas entre 16 a 17 años de edad, esto conllevará a tener mujeres jóvenes más vulnerables que seguirán reproduciendo los mismos patrones de pobreza, desigualdad y exclusión social.
Las noticias acerca del problema de la pandemia a visualizado los reflectores hacia ese problema, -grave por cierto- afectando la salud y economía de la población y en general de la sociedad, pero aunado a estos, surgen otros daños colaterales como el caso que nos atañe. Por lo visto en el actuar de las autoridades de salud ahora volcadas en resolver el problema, están dejando en un segundo término él de salud que son los embarazos no deseados. Las investigaciones de la ONU apuntan a dar una mayor visibilidad al embarazo adolescente, haciendo campañas de concientización, se deben crear estrategias que acerquen la información a las afectadas, con campañas de sensibilización en zonas susceptibles, romper los paradigmas de las costumbres que toleran la violencia sexual en las comunidades, dentro y fuera de las familias.
Hace apenas unos días se conmemoró el Día mundial de la Población dejando cifras conmovedoras acerca de las más de 200 millones de mujeres y niñas que desean retrasar o evitar el embarazo, pero no cuentan con los medios, sociales, económicos y de toda índole necesarios para hacerlos, no tienen autonomía sobre su persona, su cuerpo para elegir cuando y con quien tener hijos.
Regresando a nuestro país, vemos otro grave problema que es la violencia de género, durante el mes de marzo se recibieron 26 mil llamadas por violencia de género (cifra récord), que el Presidente en turno desestimó, diciendo que el 90% de ellas eran falsas. Ahora el recorte en este rubro que asciende a poco más de 37 millones de pesos destinados a la Alerta a la violencia de género que su titular justifica, hará más vulnerables a las mujeres y la brecha de desigualdad que se pregona como bandera de exterminio, en los hechos nos refleja todo lo contrario.
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Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores. (REVECO)