Maricarmen Delfín Delgado

Primera parte

Un nuevo año, un ciclo que inicia acompañado con una lista de buenos propósitos que seguramente nos traerán bienestar y el beneficio esperado al proponerlos como parte de nuestro cotidiano. Uno de ellos es hacer ejercicio para bajar los kilos que deliciosamente subimos durante los festejos navideños y de fin de año, para esto debemos prepararnos e informarnos si queremos tener éxito en este propósito.

La acumulación de grasa en el abdomen no sólo es un problema estético, es también un gran problema de salud que lo padecen tanto hombres como mujeres y se debe a que consumimos más calorías de las que gastamos. Los médicos recomiendan cuidar el tamaño de la cintura teniendo en cuenta que para las mujeres debe ser menor a 88 cm y para los hombres menor a 102, el exceso de grasa en esta área es causante directo de la hipertensión ya que las venas y las arterias se endurecen y se obstruyen dificultando el paso de la sangre lo que se refleja en enfermedades cardiovasculares.

El infarto y el ictus cerebral son consecuencia del sobrepeso que eleva la presión sanguínea y afecta al sistema circulatorio. El exceso de lípidos también es causa de diabetes pues se atrofia el metabolismo de los azúcares, la acumulación excesiva de grasa que se presenta en las personas obesas dificulta la utilización de la glucosa y altera la producción de insulina. El exceso de ácidos grasos se acumula en el hígado obstruyendo su buen funcionamiento.

Para reducir la “pancita” no sólo basta hacer ejercicio, éste debe acompañarse con una dieta baja en grasas y de un cambio en algunas rutinas de vida como dormir bién, reducir el consumo de azúcares refinados, respirar lentamente, tomar vitamina C y comer grasas saludables como los omega 3.

Aunque parezca increíble la acumulación de grasa en el abdomen es un problema  que aqueja a miles de personas, siendo motivo de prácticas quirúrgicas sofisticadas como la liposucción o el bypass gástrico que además de costosas conllevan un riesgo. Afortunadamente existen métodos naturales y sanos que nos ayudarán a solucionar este inconveniente para no exponernos a una cirugía.

Debemos saber que nuestro organismo necesita la grasa como reserva de energía y protegernos del frío, aislar los órganos formando una especie de colchón y producir hormonas en la mujer. Su consumo es necesario pero debe ser moderado. Algunos de los factores causantes de este acumulamiento son la vida sedentaria, el estrés, alto nivel de triglicéridos, descontrol hormonal y una alimentación inadecuada.

Debe evitarse consumir: frituras, embutidos, carnes frías, quesos y lácteos grasos, aceites (excepto de oliva) y mantequillas, enlatados, pasteles, dulces, refrescos, grasas de origen animal.

Empecemos por conocer los alimentos “quemagrasa” que nos ayudan como parte del plan para desparecer tan molesto problema: frutos, vegetales verdes, productos lácteos bajos en grasa o descremados, frutas con alto contenido de potasio, nueces y almendras, arándanos, moras, frambuesas y frutillas, avena, salmón, aceite de oliva y té verde. 

mcarmendelfin@hotmail.com