Ayer ya no pude escribir la columna. Fue un lunes intenso en actividades y muy satisfactorio en resultados. Apenas con tiempo de echarse un taco “de aparador” en la oficina.

Pero no quise dejar de platicarles cómo fue nuestro día.

Como saben, en el Palacio Legislativo recibimos la visita de nuestro secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, con quien fue imposible llegar a un acuerdo sobre la calidad de la horchata entre Veracruz y Tabasco, pero con quien sí coincidimos en todo lo demás.

Coincidimos, sobre todo, en la necesidad práctica de seguir contando con el apoyo de la Guardia Nacional –con mando militar- en la complicada tarea de construir el ambiente de paz y de seguridad que todos queremos para el país.

Veracruz, además, es ejemplo de lo anterior, porque en los últimos cuatro años se han logrado avances enormes: de estar peor que Iraq a ser el séptimo Estado más seguro del país.

El diálogo con Adán Augusto y con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez fue para aclarar cualquier duda que hubiera –pero que nosotras y nosotros no teníamos- sobre la pertinencia de avalar la Reforma Constitucional que hace unos días aprobó el Congreso de la Unión.

Resulta que todas las Reformas Constitucionales que se aprueban en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados necesitan el aval de 17 Legislaturas estatales para poder entrar en vigor.

Como coordinador del Grupo Legislativo de Morena, le anticipé a Adán Augusto que contara con el voto a favor de las diputadas y los diputados de la 4T; y que le dijera al presidente Andrés Manuel que encontró una bancada unida y más convencida que nunca.

Le recordé que, desde el 2018 que Veracruz entró a la ruta de la transformación, el Congreso de nuestro Estado, en la Legislatura anterior y en la actual, siempre ha sido de los primeros del país en apoyar con su voto a las Reformas Constitucionales propuestas por el presidente López Obrador.

Eso fue al mediodía. Por la tarde, a la hora de la verdad, las diputadas y los diputados de la 4T cumplimos con nuestra palabra. Diputadas y diputados de otros partidos se sumaron a la propuesta –debo reconocerlo- para emitir 38 votos a favor, nueve en contra –allá ellas y ellos y su conciencia-, además de una abstención.

Hoy martes, por la mañana, fue un enorme gusto ver que en el cómputo oficial de la Cámara de Diputados fuimos el Estado número ocho en aprobar la Reforma. Se ve tan bonito el Escudo de Veracruz que hasta le tomé una foto.

Como le dije al Secretario, con la aprobación de Veracruz ya vamos por menos. La Reforma pronto será una realidad.

Fue un día tan productivo que no acabó ahí la cosa.
Sacamos adelante una Reforma importantísima y que era una propuesta y un compromiso mío del que ya les había hablado antes: extinguir el ineficiente Tribunal Estatal de Justicia Administrativa para crear el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Veracruz.

Se llaman parecido, pero nomás en eso se parecen, porque el nuevo Tribunal sí tendrá el compromiso de defender a la ciudadanía de los abusos de las autoridades administrativas –multas o clausuras, por ejemplo- y de sancionar a las y los malos servidores públicos que se vayan con la cochina al monte, inhabilitándolos para que no puedan chambear en ningún Gobierno.

También le autorizamos una ampliación de Presupuesto a la Fiscalía del Estado, para que pueda seguir haciendo bien su trabajo.

Y, por si fuera poco, le rechazamos la Cuenta Pública al Orfis, porque aquí no vamos a ser tapadera ni cómplices de nadie. Había cuentas de las que no nos salían los números y olían a corrupción. Ahora el Orfis tiene 90 días naturales para formular un nuevo planteamiento en coordinación con la Comisión Permanente de Vigilancia, donde le pido, respetuosamente, a mis compañeras y compañeros diputados ponerse muy truchas para no dejar pasar ni un gol, porque dice un dicho: nací de noche, pero no nací anoche.

Muchas cosas en un solo día, ¿no?

*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz.