¿Por qué voy a Tamaulipas a colaborar con Morena en mis tiempos libres y fuera del horario de oficina? La respuesta corta es por convicción con la Cuarta Transformación del país.

La respuesta más explicada es la siguiente:

Tamaulipas es una tierra hermana. Veracruzanas y veracruzanos compartimos mucho más que una frontera geográfica y política.

En lugar de ser una línea divisoria, nuestras fronteras, porosas y borrosas, son un punto de encuentro desde hace siglos. Coincidimos con nuestros vecinos en cultura, historia y vocación de futuro. El tránsito demográfico en ambos sentidos se ha traducido en inevitables fusiones de familias. Hoy es imposible caminar por Tampico –o por cualquier lugar de Tamaulipas- y no encontrarse de vez en cuando a una familia mitad veracruzana y mitad tamaulipeca.

En pocas palabras: le tenemos cariño a Tamaulipas.

Y producto de ese cariño, queremos que Tamaulipas sea parte de la transformación del país.

No les ha ido bien a Tamaulipas con sus Gobernadores. Nosotros en Veracruz nos libramos de la pesadilla en el 2018, pero la de Tamaulipas sigue.

Actualmente tienen un Gobernador del PAN al que se la han acreditado delitos federales y que fue desaforado por la Cámara de Diputados. Sigue en el Poder y no está en la cárcel porque lo protegió el Congreso local de Tamaulipas, en aquella época con mayoría del PAN y con los votos cómplices del PRI y Movimiento Ciudadano. Javier Duarte cuando menos se fue de pelada, pero este otro sigue bien sentado en el Palacio de Gobierno. ¿Lo quieren así o se los envuelvo para regalo?

Y de los últimos cuatro Gobernadores del PRI, dos están en la cárcel en Estados Unidos ¡por narcotráfico! Los otros dos están en la tablita de que se les comprueben chicanada y media. Al Gobernador anterior del que está ahorita le encontraron una mansión en Monterrey de ¡340 millones de pesos! ¿Se imaginan si le rascan tantito?

Tamaulipas merece romper con eso y renovar su vida pública. Sacudirse la podredumbre y tener un nuevo comienzo como ya lo han hecho otros 17 estados del país.

Por eso, con pleno respeto a las leyes -de allá y de acá- y a la decisión autónoma del pueblo tamaulipeco, creo que es un deber moral colaborar en lo que me sea posible para que el cambio llegue a Tamaulipas.

*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.