Alberto Calderón P.

Nuestro país ha sido afecto a dar nombre de variados seres vivos, animales e insectos para simbolizar algunas características, principalmente sociales y políticas a lo largo de su historia, el periodismo durante el siglo XIX es un ejemplo de ello.

La abeja poblana durante 1820-21. Nombre omo símbolo de esa actividad organizada, fue quien difundió el Plan de Iguala. De 1823 a 1828, circuló El Águila Mexicana que apoyaba a Iturbide, pero tenía su opositor que era El Centzontli de México que apareció en 1823. Es curioso para un periódico que apoyaba a Santa Anna llamarse El cangrejo y circulo en 1828. Otros mas fueron El mosquito, La tarántula, La mosca, El zancudo que postuló a Benito Juárez a las elecciones nacionales para la presidencia. Así podríamos mencionar a muchos otros bichos que por alguna razón decidieron encabezar un nombre biológico animalizado, de insectos o incluso de crustáceos a sus medios informativos.

En todos los ámbitos de dan nombres de animales muchas veces a seres indeseables, el ejemplo es claro, cuando un campesino cosecha lo que con esfuerzo sembró y no tiene un comprador inmediato o carece de forma de trasladar su producto a un centro urbano a venderlo y obtener un mejor precio a su producto, llegan los intermediarios a quienes se les conoce como “coyotes”, estos les pagan poco y revenden obteniendo una jugosa ganancia por ser mediador entre el productor y el consumidor.

Nos podríamos pasar el resto del artículo ejemplificando actividades que por indeseables y poco éticas se les impone un dote de algún animal, pero el tema es El chapulín de la familia de los Pyrgomorphidae. Son muy fáciles de identificar ya que tienen las patas traseras muy largas lo que les permite dar grandes saltos, con ellas también emiten sonidos para comunicarse a grandes distancias, su cabeza es grande al igual que sus ojos y por lo general tienen un abdomen voluminoso y cilíndrico para su estructura.

Sin lugar a dudarlo con estas características se ha identificado a estos insectos que dañan las cosechas. En el sinónimo político, con esta descripción nos acercamos a conocerlos y bien sabemos, olvidan la declaración de principios de los partidos donde emanan y donde saltan se adaptan por simple conveniencia, pero prosigamos con las variedades de chapulines que por cierto viene del náhuatl y cuyo significado es algo parecido a “insecto que brinca como pelota de hule”.

Solo mencionaré algunas variedades que me parecen se acercan a esos políticos carroñeros, una variedad es “chapulín patas rojas”, de esa variedad vemos hoy en día a muchos dándose golpes de pecho en favor del pueblo, con sus patas de rojillo pero que al terminar su proselitismo regresan a calzar su verdadera identidad. Otra de las variedades es el “chapulín de la hierba de víbora” esos son los verdaderamente peligrosos cuando mutan a los partidos políticos son hábiles en la intriga, con traiciones a sus principios, ofreciendo información para derrotar los partidos de donde surgieron, gente sin escrúpulos que solo los mueve el interés personal. Deje que le platique algunas especies como el de “alas rojas”, el de “alas azules” o de “alas amarillas” y ya usted sacará sus propias deducciones.

La lista es abundante le platico de otras variedades como él (Opeia obscura) llamado “chapulín obscuro”, quien sabe cuantas cosas de esa intensidad traerá en su trayectoria. Finalmente lo que muchos quisieran esconder pero se nota a simple vista, es el (Brachystola magna) o “chapulín gordiflón” sinónimo del político tragón no solo de viandas también de recursos. Un mal de nuestro tiempo que será difícil erradicar.

Xalapa2000@hotmail.com
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).