Alberto Calderón P. | Foto: Soy Bibliotecario
Las nuevas generaciones de estudiantes tratan de resolver la problemática de la investigación y lecturas de recreación por medios electrónicos, principalmente el Internet, qué a pesar de guardar un excelente acervo cultural, también está plagado de información falsa, imprecisa, parcial o incompleta.
El público en general se ha alejado de las bibliotecas, para muchos es considerada como una gran bodega de libros clasificados por temas, otros lo miran como un museo donde están ordenados los volúmenes escritos de diversos tópicos que fueron útiles en otros tiempos, y que a partir del silencio que guardan esos espacios del saber, es una forma de dejarlos en silencio solos, inmaculados, sin el valor para ser tocados, revisados, conocer cuales son los tesoros que resguardan en el conocimiento y la recreación. Para otros es indiferente, ven a una biblioteca como un almacén en donde entra poca gente y nada tiene que ver con ellos.
Todas estas valoraciones falsas corresponden a los nuevos modelos de información que ahora tienen las nuevas generaciones, los medios donde se interactúa lo hacen con una visión hermética cerrada a la divulgación de la cultura, principalmente de nuestro país, se tiene la idea que las cosas absurdas que aparecen por ejemplo en Tik Tok son importantes y forman parte de un nuevo acervo del conocimiento cuando solo se imita lo que otros hacen sin algún contenido nacional y racional. Otras redes aportan poco a la divulgación del conocimiento que guardan esos espacios del saber.
Para el director Marx Arriaga cansado de que se les vea como un mueble viejo, inservible, se dio a la tarea de lanzar un Manifiesto Mexicano de Bibliotecas Públicas indicando que no deben ser vistos como “encargados de la biblioteca” sino como bibliotecarios.
Con una prosa cultivada mencionó: “Para mí, la lectura se llamará también misericordia y consolará el corazón de los hombres. Nunca, la belleza de las palabras que leo se convertirá en opio adormecedor, sino vino generoso que enciende para la acción, enciende en mí las ganas de enseñarle a mis compatriotas lo hermoso que es leer”.
No se si será en estos tiempos una utopía pero una vez que pase esta contingencia viral, espero que las bibliotecas públicas vuelvan a tener vida con la curiosidad de los niños, adolescentes y adultos, investigando y leyendo libros en esos espacios del conocimiento.
La divulgación de la cultura en todos sus ámbitos se encuentra paralizada al igual que las bibliotecas, las librerías, las casas editoriales que son parte del mundo de la cultura vistas con indiferencia por parte de las autoridades, a pesar de ser una de las máximas expresiones de la humanidad, en las letras se encuentran el derecho a la libertad y su ejercicio en todas sus formas. La creatividad ha buscado nuevos espacios de divulgación, la exploración de sitios digitales para hacerlo.
Debemos alejar en lo posible la indiferencia hacia la cultura, a los libros, las bibliotecas, a todas las formas de expresión; alejemos con firmeza los vientos de la mediocridad y la ignorancia en estos difíciles momentos de la manipulación ideológica.
Xalapa2000@hotmail.com
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO)