Alberto Calderón P.

El hombre siempre ha tenido curiosidad por volar como lo hacen las aves y muchos insectos, hacerlo parecía algo imposible de lograr.

La mitología griega refiere un pasaje donde le encargan a Dédalo la construcción de un complejo laberinto para encerrar en él al Minotauro que creaba destrucción en Creta, una vez construido el secreto para salir se lo confiesa a Ariadna la hija del Rey Minos, quien a su vez se lo informa al Minotauro, este escapa, como castigo son encerrados, Dédalo y su hijo Ícaro quienes con unas plumas y cera crean unas alas y volando escapan del sitio, Ícaro quiere ver todo desde las alturas, su padre le dice que no se acerque mucho al sol ya que se puede derretir la cera de sus alas, omite la advertencia y se precipita al vacío perdiendo la vida.

Es hasta el siglo XVIII que los hermanos Montgolfier en Francia logran su hazaña al elevar una bolsa enorme con forma de esfera cuyo interior contenía un gas ligero lo que permitió volar primero un gallo, posteriormente al primer hombre que viajó por los aires el Marqués D´Arlandes, Pilatre de Rosier. En 1784 en la ciudad de Xalapa José María Alfaro, Guiles, quiso emular la hazaña hecha unos meses antes en Europa y se lanzó a la aventura el 18 de mayo de ese año, como lo mencionó la Gaceta de México; no hay información si lo logró.

Pasados los años a finales del siglo XIX se empezó a desarrollar los primeros vuelos con motor el aíre de los dirigibles se empezó a estabilizar en cuanto altura y ruta debido a sofisticados mecanismos para la época, se utilizaron durante la Primera Guerra Mundial con éxito, incluso el escritor H.G. Wells mencionaba que con ese invento las guerras ya no serían iguales. Los mejores materiales para estas naves voladoras las inventan en Colombia, el Ministro de Fomento cede los derechos a Ferdinand Von Zeppelin, así se conocieron como Zeppelin, no todo fue miel sobre hojuelas, se documentó el terrible accidente sufrido el 6 de mayo de 1937 en Nueva Jersey en donde fallecieron 36 de los 97 personas a bordo, eso minó la confianza en los dirigibles y la mirada se volcó hacia los aeroplanos.

Las hazañas en la aviación no se hicieron esperar, cada nuevo logro era considerado algo digno de ser registrado en la historia como el del 24 de mayo de 1930 culmina un hecho relevante, convirtiendose en la primera mujer en pilotar sola desde Inglaterra hasta Australia, en un vuelo de 17.600 kilómetros al mando de un De Havilland Gipsy Moth (que se exhibe en el Museo de la Ciencia de Londres). Partió del aeropuerto de Croydon el 5 de mayo sin conexión de radio y aterrizó en Australia el sábado 24 de mayo siendo recibida por una multitud. Nuestro país participa en los logros de la aviación es el compatriota Francisco Sarabia quien el 24 de mayo de 1939 rompe marca de vuelo sin escala entre las ciudades de México y Nueva York, recorrido que hace en diez horas, cuarenta y siete minutos y cinco segundos. Sarabia nació el 3 de julio de 1900 en Ciudad Lerdo, Durango, y muere el 7 de junio de 1939. Al emprender el vuelo de regreso, su avión cae en las aguas del río Potomac. Las coincidencias del vuelo positivas o no en el mes de mayo, son sorprendentes, faltaron de registrar muchas de ellas, pero sirva de homenaje a uno de tantos grandes pilotos de la aviación en nuestro país.

Por lo pronto le pido que sea feliz. Xalapa2000@hotmail.com

Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO)