Alberto Calderón P.
Muchas cosas se descubren por casualidad y una de ellas fueron las pequeñas tablillas delgadas de madera encontradas en un llano húmedo y empastado cerca de un hermoso bosque en Inglaterra.
Fue un asentamiento de guerreros romanos colonizadores muy lejos de su lugar de origen. Las inscripciones que se encuentran en ellas nos informan sobre la preocupación de sus seres lejanos, esta forma de comunicarse por correo nos revela la fuerza del amor de los familiares queridos en el distante siglo 85 de la era cristiana.
La religión católica reconoce a San Valentín por su osadía al arriesgarse a casar a escondidas a los soldados con sus enamoradas en las lúgubres bodegas cuando el cristianismo fue prohibido por el rey romano Claudio II, al ser descubierto fue traído al reino y finalmente hecho mártir con su decapitación. La iglesia populariza su presencia para alejar las celebraciones lupercales en recuerdo de la loba que amamantó a Rómulo y Remo, los fundadores de Roma según la tradición que el 15 de febrero salían corriendo desnudos con látigos con los que azotaban a las mujeres que los veían pasar con la idea de que esto ayudaría a su fertilidad. La primera celebración de San Valentín se realizó el 14 de febrero del año 494 para celebrar la fertilidad, hasta que las celebraciones lupercales se extinguieron.
En los Estados Unidos se empezó a popularizar el envío de tarjetas de amistad el 14 de febrero a principios del siglo XIX, pero fue en 1847 cuando en Nueva York se enviaron más de 40 mil tarjetas, los publicistas vieron un nicho para vender sus productos y empezaron a promoverlos para agregarlos a las tarjetas, con los años desaparecieron las primeras y los regalos quedaron de forma permanente hasta nuestros días. En 1958 Harper´s Weekly publicó que había vendido 30 millones de tarjetas de amistad. Restaurantes, tiendas de regalos, moteles y otros giros incrementan sus ventas en ese día.
El cortejo ha cambiado con las generaciones, el envío de las tarjetas de San Valentín con un interés sobre la amistad o el amor prácticamente se extinguió, ahora son valoradas las que existen como las que se subastaron en la casa Sotheby´s con la correspondencia y dibujos de Charles Schulz el creador de Snoopy, en la correspondencia se lee el romance que tuvo con Tracey Claudius, ellos se enviaban tarjetas durante todo el año, ella tenía 25 años y el 48, estaba enamorada de ese perrito blanco que meditaba en el techo de su casa que el dibujaba interpretando su pensamiento con destreza, al grado de que muchas de las situaciones que le sucedían tenían que ver con su romance y las dificultades que afrontaba.
La correspondencia por carta al parecer quedó atrás, el escribir a mano y decir nuestra verdad a quien va dirigida, el hablar de nuestros sentimientos, nuestra vulnerabilidad, de las pasiones, decirlo en secreto mediante una carta que viaje largas distancias pensando cuando llegará a estar en las manos del destinatario y por el otro lado la espera de esa misiva, revisando periódicamente el buzón o debajo de la puerta para ver si ya llegaron noticias del ser amado, esa ilusión se ha perdido con el paso del tiempo, ahora todo es más fácil, más práctico, más objetivo y objeto frío, despersonalizado. Usted que opina querido lector.
Integrante de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO)